martes, 23 de octubre de 2012

Vosotros, pues, oraréis así


Vosotros, pues, oraréis así…

En algún momento de nuestra vida, todos hemos escuchado que la oración es la forma en que nos podemos comunicar con nuestro creador, La Biblia nos enseña en innumerables ocasiones que a través de la oración, el Señor se manifiesta con sus hijos de una manera sobrenatural.

En el Libro de Daniel, en el capitulo 10, Daniel tiene una visión y ésta llego gracias a su vida de oración:

"Entonces me dijo: Daniel, no temas; porque desde el primer día que dispusiste tu corazón a entender y a humillarte en la presencia de tu Dios, fueron oídas tus palabras; y a causa de tus palabras yo he venido". Daniel 10:12

No cabe duda, que hay que perseverar en oración para poder tener una relación con Dios como la tuvo Daniel!

Pero hay veces que tenemos que preguntarnos:

Cuando oramos,

¿Qué oramos?

¿Cómo oramos?

¿Oras solo para pedirle a Dios que te ayude a cubrir alguna necesidad?

¿Cuentas con algún patrón o guía de oración?

Una de las mas importantes enseñanzas que Jesús nos dejo, fue precisamente la oración!
Él nos enseño a orar siguiendo una guía que la encontramos en Mateo 6:5-14.

Vosotros, pues, oraréis así:
Padre nuestro que estás en los cielos, Santificado sea tu nombre.
Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.
El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy.
Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores.
Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal;
Porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos. Amén.

Ésta, la más grande de todas las oraciones, llama­da comúnmente el Padre Nuestro, es en efecto un resumen magnífico de toda la enseñanza de Jesucris­to. Se trata de un resumen que por lo breve y com­pleto no tiene igual.

En estos versos Jesús define la naturaleza de Dios y del hombre, y explica su interdependencia;

Jesús nos enseño el Padre Nuestro como la oración perfecta que ha de brotar naturalmente del cora­zón de los hijos de Dios, porque en ella expresamos nuestros deseos en la forma y con el orden que corresponde.

Tratare de explicarte como seguir esta guía de oración estructurada que Jesús nos enseño, desglosando versículo por versículo el Padre Nuestro:

1 Reconocer su Señorio y llenar su trono de Alabanzas y Adoración

“Padre nuestro que estás en los cielos, Santificado sea tu nombre”.

La manera de iniciar una oración es proclamando y bendiciendo Su Santo Nombre; esa es la razón de nuestra existencia!, fuimos creados para alabarlo por toda la eternidad.

La Biblia dice que Dios habita en las alabanzas de su pueblo (Sal 22:3), por lo tanto, es por medio de las alabanzas que tenemos entrada a su presencia.

Nuestra alabanza y adoración, tiene que ser tal, que ocupe la mayor parte de tu tiempo de oración, seguido de la acción de gracias, es decir agradecerle a el por TODO lo que pasa en tu vida.

Cuando tenemos una vida consagrada a adorar y a alabar a Dios, te llenas de un gozo tremendo, que tu necesidad pasa a un plano de mucho menor prioridad.

Recuerdas la palabra LISONJAS que compartí contigo en otro estudio?  (ver entrada de 7 Oct)

Nunca alabes a Dios con el fin de obtener algo a cambio o con el fin de que Dios cubra tu necesidad, tu alabanza tiene que salir de tu corazón con la firme convicción de que lo haces por quien Él es! Y no por lo que Él puede hacer para ti!

Inicia tu oración alabándolo y bendiciéndolo sin parar!

Aquí te comparto algunas frases que puedes usar para alabarlo como él se merece:

Nombres de Dios… Alabanza a su Santo Nombre

Tu eres el Señor nuestra justicia Jeremías 26:6, 33:16 
Tu eres el Señor Quien nos santifica. Exodo 31:13
Tu Eres el Señor que nos sanas. Exodo 15:26
Tu Eres El Señor Quien Eres Nuestro Estandarte Exodo 17:15
Tu Eres El Señor de los Ejércitos. Jeremías 6:9
Tu Eres El Señor Nuestro Pastor Salmo 23:1
Tu Eres el Señor Nuestro Proveedor. Génesis 22:14
Tu Eres El Señor Nuestra Paz. Jueces 6:24
Tu eres el Señor que estaba Allí. Ezequiel 48:35
El Altísimo. ( Génesis 14:18)
El que ejerce autoridad en el cielo y la tierra. ( Génesis 15:2)
El Dios Eterno, El Dios que es, fue y siempre será.
El Dios de la eternidad (Génesis 21:33 y Salmo 90:2)
El Dios Fuerte. Isaías 9:6
El Dios Todopoderoso ( Génesis 17:1)
El Todo Suficiente. El que fortalece,
El que satisface, enriquece, fructifica.
El es Todo lo que necesito
La Roca de mi Salvación”  (2 Samuel 22:47).
La Luz de la Mañana ( 2 Samuel 23:4).
El que levanta mi cabeza ( Salmo 3:3) ,
Mi Fortaleza ( Salmo 18:2);
Mi Redentor ( Isaías 59:20);
El Rey de Gloria ( Salmo 24:8,10);
El Padre Eterno,  El Príncipe de Paz ( Isaías 9:6);
El Poderoso Salvador ( Lucas 1:69)
La Luz del Mundo” ( Juan 8:12 )
El Pan de Vida ” ( Juan 6:35 )
La Vid Verdadera” ( Juan 15:1)
El Cordero de Dios” ( Juan 1:29);
El Alfa y La Omega” ( Apoc.1:8, 22:13);
Rey de Reyes y Señor de Señores” ( 1 Tim. 6:15)

 

2 Invitarlo a venir a tu vida para que el controle y Gobierne todo tu ser

“Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra”

Al decirle a Dios “venga tu reino” realmente lo que estamos diciéndole a él es:

“Señor, ven a mi vida, no puedo estar sin ti, tu voluntad es buena, es agradable y es perfecta y no quiero estar ni un minuto fuera de tu voluntad y de tu reinado”

Si nos humillamos ante el y dejamos que el gobierne nuestra vida, solo cosas buenas traerá a tu vida!

3 Pídele que cubra tus necesidades y que sea tu proveedor para que nada falte en tu vida

“El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy”.

Dios sabe que tenemos necesidades en este mundo, él sabe lo que pasamos cada día, pero él quiere escuchar de nuestra boca las necesidades o los problemas que nos quitan el sueño y quiere que pongamos toda nuestra FE en el. Es ahí, en donde Él se glorifica! (ver entrada “Cuando los Problemas Persisten” de Oct 14)

 

4 Pide perdón por tus faltas y perdona a los que te han hecho algo a ti.

Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores”

El Arrepentimiento de nuestras faltas (pecados) y el pedirle perdón a Dios de todo corazón, nos acercan a El que es SANTO, Dios aborrece el pecado, pero tiene misericordia del pecador arrepentido.

Dios NO esta donde hay pecado, él nunca va a escuchar tu oración si existe algún pecado por el cual no te has arrepentido. Pero si confesamos nuestros pecados (a EL), él es fiel y justo, para perdonarnos y limpiarnos de toda maldad…(1Jn 1:9)

De la misma manera que le pedimos perdón a Dios, así debemos de perdonas a aquellos que nos han hecho algún mal y así tener un corazón listo y dispuesto para estar en su presencia.

5 Pedirle protección y victoria sobre todo mal

Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal”

La GUERRA ESPIRITUAL en la cual vivimos, no la podríamos soportar sin su auxilio.
Las trampas del enemigo son tan sutiles, que te hacen caer con facilidad y por consiguiente hacen que te apartes de Dios!
Solo con la ayuda de Dios, podremos salir victoriosos de la guerra espiritual y de las tentaciones que afectan nuestras vidas.

6 Celebración de la victoria y consumación del Señor

“Porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos. Amén”

Oh que importante es este ultimo versículo que forma parte de la oración del Padre Nuestro!

Cuando aprendimos esta oración de niños, llegábamos hasta el versículo anterior, por alguna razón se excluía la finalización poderosa del modelo de oración.

Cuando oramos, oramos con FE y esa FE esta puesta en Jesús, el cual es poderoso para hacer todas las cosas nuevas, el reino, el poder y la gloria son suyas, es por eso, que nuestra oración tiene que terminar con una proclamación de su reinado, su poderío y su glorificación!
Sin esta declaración, tu oración estar incompleta.

Espero que este estudio, te haya servido para mejorar tu tiempo de oración.

Nunca dejes de alabar y bendecir a Dios, esa es la clave para entrar en su presencia, y ahí (en su presencia) el renueva TODO, todas las cosas son hechas nuevas…

Dios te bendiga!
 

 
¿ Y acaso Dios no hará justicia a sus escogidos, que claman a El día y noche?… Pronto les hará justicia.

Lucas 18:7,8