miércoles, 19 de agosto de 2015

Los Salmos.



Aunque las 150 oraciones que componen el libro de los Salmos fueron compuestas en distintos tiempos y lugares, y por distintos autores, la compilación final, en el orden que hoy lo conocemos, se remonta al siglo III a. C.

La palabra "Salmo" proviene de un verbo griego que significa "tocar un instrumento de cuerdas", y se utilizó originariamente para designar los cantos acompañados por ese instrumento. Este último se llamaba "Salterio", pero más tarde el nombre perdió su significación original puesto que entraron otros instrumentos musicales y comenzó a ser empleado como sinónimo de LIBRO DE LOS SALMOS.

El Antiguo Testamento contiene numerosos textos con características similares a las de los Salmos. Entre los que podríamos citar están:

El célebre Canto de Moisés (Ex. 15. 1-18),

El himno de victoria entonado por Débora y Barac (Jc. 5),

La elegía de David por la muerte de Saúl y Jonatán (2 Sam. 1. 17-27)

y la lamentación de Jonás (Jon. 2. 3-10),

Existen muchos ejemplos que se podrían citar. Pero el tesoro de la lírica cultual y religiosa de Israel se encuentra fundamentalmente en el Salterio.


El Salmo 1 fue colocado al principio como un pórtico de todos los demás.
En él, Dios muestra al hombre los dos caminos que puede seguir en su vida, el del Bien y el del Mal.
Dios exhorta al hombre a seguir el camino del BIEN, que lleva a la felicidad y a una existencia en plenitud;
Y nos alienta a rechazar el del MAL, que lleva al sinsentido y a la nada.
El Salmo 150 es la conclusión del libro, presenta la actitud del hombre verdaderamente sabio, que se ha dejado educar por Dios y le responde dándole gracias y bendiciéndole.
Ambos, son como el marco que encuadra todo el libro de los Salmos.
En el Salmo 1 Dios nos habla y en el Salmo 150 el hombre responde.


Léelos, Compréndelos, Deléitate en Ellos, Ponlos por Obra y Alaba al Creador!

No hay comentarios.:

Publicar un comentario