En quién más podríamos
depositar nuestra confianza?
El necio deposita su confianza
en sus riquezas, en su inteligencia, en su posición social, en sus líderes, en
sus obras, en su organización religiosa o en la fuente turbia de la ciencia de
los hombres. Pero todo eso es comparado por el Señor, como el insensato que
construye su casa sobre la arena.
“Sálvame de todos los que me persiguen, y líbrame, no sea
que desgarren mi alma cual león y me destrocen sin que haya quien me
libre".
"Señor, Dios mío, si de algo soy culpable, si hay en
mis manos injusticia, si he dado mal pago al que estaba en paz conmigo o he
despojado al que sin causa era mi adversario"
David plasma en el Salmo 7 que sufre de una persecución
injusta, al levantar en voz alta un clamor y un lamento; Algo que jamás vamos a
poder comprender es el sufrimiento injusto del inocente en este mundo, pero Dios
si lo comprende y de una forma u otra, nos lo hará saber.
"¡Levántate, Señor, en tu ira! ¡Álzate en contra de
la furia de mis angustiadores y despierta en favor mío el juicio que
mandaste!"
"Dios es juez justo; y Dios está airado contra el
impío todos los días".
Por más que nosotros podamos ver la inmoralidad en estos
días, y que la gente la considere normal, Dios no la aprueba. Él no está
cambiando sus normas para acomodarlas al pensamiento contemporáneo. Por todo
ello podemos cantar junto con David, las siguientes palabras del versículo 17
de este Salmo 7
"Alabaré al Señor conforme a su justicia y cantaré
al nombre del Señor, el Altísimo".
Tú puedes dirigirte a Él con tus propias palabras y Él se
acercará para darte el consuelo y la paz que le dio al autor de este Salmo.
Presenta tu adoración en Su
presencia, la cual es recibida por Dios, como olor fragante muy grato y
delicioso, No olvides que el Señor busca adoradores que le adoren en espíritu y
en verdad. Entrégale tu adoración de todo corazón.
Dios te bendiga y te guarde.